loco poco nada más

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lunes, 13 de septiembre de 2010

Se pinchó la ilusión de Racing



Cuando parecía que el comienzo del Apertura 2010 le predecía otra suerte al destino de Racing, con dos triunfos consecutivos sobre la misma cantidad de partidos, la serenidad en Avellaneda persistió durante poco tiempo y las cuatro derrotas sucesivas exponen las flaquezas de un equipo que vuelve atormentarse con la cercanía a la zona de promoción.
El encuentro frente a Estudiantes era clave para reponerse de la inmerecida derrota ante Colón por dos a uno en el Cilindro, pero Racing fue superado justamente por los de Sabella y no dio muestras de recuperación.
Miguel Ángel Russo no encuentra la solución. Propone diferentes disposiciones tácticas, defiende con tres defensores, con cuatro o hasta con cinco como lo hizo contra Estudiantes, pero el resultado de la ecuación siempre es el mismo porque Racing sufre cada vez que lo atacan. Se probó con el cambio de arquero, con Lucas Licht más retrasado sobre el sector izquierdo y las variantes hasta ahora no son una salida.
Teniendo en cuenta el déficit en la creación del juego, Russo apostó a que Giovanni Moreno y patricio Toranzo sean socios para abastecer a Bieler, aunque la mejor versión de Racing en el campeonato se vio sólo en un tramo del partido contra Boca, un tiempo completo ante Colón y no mucho más.
Es el mismo equipo del campeonato pasado que carece de juego asociado, abusa de pelotazos y es vulnerable cuando el rival lo ataca. A pesar de las derrotas, en Racing, no se recapacita sobre como se va revertir la situación. Se desnudan debilidades en defensa partido tras partido, se permite tener a Roberto Ayala, el mejor defensor argentino de los últimos veinte años en el banco de suplentes y se pone como excusa su mal estado físico, cuando podría aportar mucho en un momento tan critico.
Así es Racing, siempre en constante estado de inestabilidad, la tranquilidad parece ser una utopia, sobrellevando los problemas como puede, mirando la zona de abajo con desconfianza, a la deriva, esperando que un golpe de fortuna lo ampare nuevamente, cuando podría pensar en ser más ambicioso por el plantel con el que cuenta y porque principalmente, su historia lo respalda.

jueves, 19 de agosto de 2010

a 26 años del debut de Maradona en Nápoli


Pasaron veintiséis años del comienzo de un romance que se eternizará a través de la historia porque el tiempo agiganta los buenos recuerdos. El dieciocho de agosto de 1984 debutó con la casaca del nápoli Diego Armando Maradona, para convertirse en el gran ídolo del sur de Italia.
Vaya paradoja, su presentación fue ante River Plate que tenía entre sus jugadores a Norberto Alonso, Américo Gallego y Enzo Francescoli; Sin embargo, el resultado fue una igualdad en cero.
Lo cierto es que el diez se ganó el cariño eterno de la afición napolitana con memorables actuaciones. Diego convirtió 115 goles en 259 partidos jugados, además consiguió dos Scudettos, una Copa Italia, la Súper Copa y una Copa UEFA.

Gino Clara no arregló con Racing


Todo indicaba que el ex delantero de Huracán, Gino Clara, se convertía en nuevo refuerzo de Racing, sin embargo, el atacante fue presentado como flamante incorporación del Colo Colo de Chile que dirige Diego Cagna.
El joven de 22 años que debutó en el 2009 en la primera división del Globo, fue comparado por aquellos memoriosos simpatizantes del equipo de Parque Patricios con el mismísimo Rene Houseman, pero un conflicto con la dirigencia lo alejó de la institución
Clara, que nació en Avellaneda, estaba cerca de convertirse en nuevo jugador de la Academia, aunque la iba a tener difícil para conseguir un puesto entre los titulares, puesto que Bieler y Luguercio son inamovibles para Miguel Russo, además que cuenta también con Gabriel Hauche y Lucas Castroman como variantes ofensivas. Por tal motivo se supone que Gino viajó al país trasandino en busca de la continuidad que no tenía asegurada en Racing

martes, 10 de agosto de 2010

El gran Cápitan..


En el año 1995 arribó a Italia como un jugador desconocido, precisamente a Milán y proveniente de Banfield, un equipo modesto de la primera categoría argentina, y desde entonces se perpetuó durante quince años como el modelo a seguir por los jóvenes de las canteras, a modo que se convirtió en un líder indiscutible y con carisma, como el gran capitán del Inter.
A Italia llegó junto al delantero Sebastián Rambert, en aquel momento, figura del torneo en el cual se consagró campeón con Independiente en 1995; sin embargo, el centro atacante que generó más expectativa que Zanetti con su atraco a la institución, no logró adaptarse al fútbol italiano.
Para el Pupi diferente fue la situación, ya que desde un primer momento se sintió cobijado por la squadra del Inter. El afecto y el cariño de la afición de la institución para con Zanetti es inmenso y no tiene tope, más aún con la reciente consagración en la Liga de Campeones de Europa.
Como recompensa a esa trayectoria en el cuadro europeo, el presidente Massimo Moratti le renovó el contrato por cuatro años más, justamente en el día que el defensor cumplió los treinta y siete de edad. Un gesto de nobleza ante una persona que se brindo lealmente por el club, porque sería poco probable que juegue hasta los cuarenta años, pero tratándose de él nada sería inverosímil.
Mientras tanto los hinchas milaneses podrán disfrutar de las proyecciones de su lateral derecho por un par de temporadas más y les resultará difícil imaginarse sin tener al argentino en sus filas. Javier Zelmar Zanetti, aquel muchacho que viajó de joven a Italia detrás de una pelota, escribe los últimos capítulos de una carrera intachable, donde la cuenta pendiente fue jugar el Mundial de Sudáfrica 2010.

lunes, 9 de agosto de 2010

sin merecerlo, Racing ganó.


En un encuentro anémico de emociones y que escaseó de ideas claras, Racing venció como local por uno a cero, con gol de Lucas Avendaño, al recién ascendido All Boys y junto a River se convirtió en los únicos equipos grandes que lograron sumar tres puntos en la primera fecha.
Ante un marco excepcional, la Academia se presentó con algunas de sus nuevas incorporaciones Como Patricio Toranzo y Roberto Fernández, sin embargo, el equipo de Miguel Russo fue el idéntico prototipo del campeonato pasado, un conjunto con limitaciones y dificultades para organizar juego.
Con Toranzo impreciso en el comienzo y Lucas Licht poco participativo, la pulseada en el medio campo la ganó All Boys con Hugo Barrientos como estandarte y Sebastián Grazzini como bandera futbolística. Precisamente el Ex Racing fue de lo mejor en el campo de juego.
El partido fue más desprolijo que letra de médico. En ese contexto de imprecisión, la visita fue quien tuvo las mejores situaciones y de no haber sido porque el remate de Grazzini diera en el poste o porque Marcos Cáceres sacó una pelota en la línea, el final de la historia era otro.
Los de Avellaneda no pudieron gestar una jugada, ni siquiera cuando convirtieron el gol, ya que el tanto provino de una serie de rebotes que tuvieron como protagonista principal a Lucas Avendaño, quien empujo el esférico a la red.
El entrenador Académico tardó en buscar variantes. El joven José Luís Fernández fue uno de los puntos más altos el torneo pasado y al presente parece estar relegado, ya que el técnico prefirió optar por Pablo Luguercio más retrasado en la cancha.
Toranzo se expresó más activo cuando lo dejaron jugar libre y se pudo encontrar con Luguercio y Bieler. La expulsión del capitán Claudio Yacob fue el anuncio de una crónica anticipada. Si bien el volante central realizó un buen partido quedó expuesto en varias ocasiones debido a la falta de equilibrio en el medio campo.
El sábado los dirigidos por Russo enfrentan a Boca, sabiendo que sino mejoran en la elaboración tendrán pocas posibilidades de vulnerar al rival, pero confían en la aparición de un moreno colombiano llamado Giovanni para que sea parte de la solución.

viernes, 6 de agosto de 2010

Lanús debutó con un triunfo como visitante


Al minuto de juego el autor del único tanto de la primera mitad, Marcos Aguirre, arrancó en posición de ocho, sacó un lindo remate y exigió al arquero Cristian Campestrini. Fue así que lanús comenzó a manifestar su supremacía en el campo de juego, con considerable participación de sus laterales, en especial de Hernán Grana que constantemente se mostró como opción de pase para treparse al ataque.
El equipo de Luís Zubeldía contó también con las gratas apariciones del zurdo Maximiliano Lugo y una auspiciosa presentación del delantero uruguayo Mario Regueiro. Siendo superior, a los 25 del inicio del juego, Aguirre hizo una jugada preciosa, eludió defensores y en posición inmejorable definió certeramente ante el guardameta local.
En los 15 minutos finales, la intención de buscar el arco contrario fue de Arsenal, sin embargo, el equipo de Sarandi no tuvo justeza en los pases. La conducción del balón pasó por Jorge Ortiz, ya que Gonzalo Choy no surgió como el organizador que necesitó el equipo de Gustavo Alfaro para abastecer a Luciano Leguizamón y a Mauro Óbolo. Casi acabado el primer tiempo, Ignacio Boggino desperdició un centro de frente al arco, que Cristian Álvarez lanzó del sector izquierdo.
Consumado el primer tiempo, el resultado a favor de la visita fue justo porque Lanús fue más ordenado y prolijo que Arsenal, a pesar que no tuvo demasiadas ocasiones claras de gol.
A los nueve, Leguizamon desbordó por la derecha tiró un centro al corazón del área, que óbolo anticipo ante la defensa granate y marcó la igualdad para el local. A los veinte del complemento el portero Agustín Marchesín respondió magistralmente ante óbolo que demoró un tiempo para definir y por eso los del Viaducto no se pusieron en ventaja.
Alcanzados los treinta minutos, Santiago Salcedo ejecutó un Tiro libre que Campestrini tapó lucidamente y en el rebote el centrodelantero Regueiro lo quiso ajusticiar, pero nuevamente emergió la figura del bolero. Al minuto de esa jugada y tras un centro, Regueiro cabeceó cómodo y el remate incrustó en el poste y que Guido Pizarro aprovechó y definió apaciblemente contra un arquero que en esta ocasión nada pudo hacer. Lanús se sintió gustoso con el dos a uno a favor y esperó el final calmoso, sabiendo que el marcador no corría peligro.

jueves, 5 de agosto de 2010

El ídolo, de Eduardo Galeano..

El ídolo


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Y un buen día la diosa del viento besa el pie del hombre, el maltratado, el despreciado pie, y de ese beso nace el ídolo del fútbol. Nace en cuna de paja y choza de lata y viene al mundo abrazado a una pelota.

Desde que aprende a caminar, sabe jugar. En sus años tempranos alegra los potreros, juega que te juega en los andurriales de los suburbios hasta que cae la noche y ya no se ve la pelota, y en sus años mozos vuela y hace volar en los estadios. Sus artes malabares convocan multitudes, domingo tras domingo, de victoria en victoria, de ovación en ovación.

La pelota lo busca, lo reconoce, lo necesita. En el pecho de su pie, ella descansa y se hamaca. Él le saca lustre y la hace hablar, y en esa charla de dos conversan millones de mudos. Los nadies, los condenados a ser por siempre nadies, pueden sentirse álguienes por un rato, por obra y gracia de esos pases devueltos al toque, esas gambetas que dibujan zetas en el césped, esos golazos de taquito o de chilena: cuando juega él, el cuadro tiene doce jugadores.

-¿Doce?¡Quince tiene! ¡Veinte!

La pelota ríe, radiante, en el aire. Él la baja, la duerme, la piropea, la baila, y viendo esas cosas jamás vistas sus adoradores sienten piedad por sus nietos aún no nacidos, que no las verán.

Pero el ídolo es ídolo por un rato nomás, humana eternidad, cosa de nada; y cuando al pie de oro le llega la hora de la mala pata, la estrella ha concluido su viaje desde el fulgor hasta el apagón. Está ese cuerpo con más remiendos que traje de payaso, y ya el acróbata es un paralítico, el artista una bestia:

-¡Con la herradura no!

La fuente de la felicidad pública se convierte en el pararrayos del público rencor:

-¡Momia!

A veces el ídolo no cae entero. Y a veces, cuando se rompe, la gente le devora los pedazos.